lunes, 18 de febrero de 2013

Pesadillas

Cerré los ojos. Tan pronto como lo hice empecé a caer en una espiral de oscuridad, tenía miedo, no sabía que hacer, una oscura nube negra me perseguía, creí que todo se acababa en aquel mismo instante. De pronto deseé tocar tus manos por última vez, besar tus besos como nunca lo había hecho antes... 
Corría hacía la lejanía, de donde procedía una extraña luz, no sabía a que distancia estaba exactamente, pero en mi corazón sentía que tenía que llegar a esa luz... 
De pronto un golpe, seguido de ese golpe vi esa luz ante mis ojos, pero antes de poder averiguar de dónde procedía, desperté de golpe, en mi cama, a salvo, en mi habitación, completamente mojada por ese sudor frío que se sucede después de una pesadilla de esas...
Me giré, para ver la hora, no había ni dos horas que me había ido a la cama, pensé en volverme a dormir.
Sólo oía el tic tac del reloj, decidí concentrarme en su vaivén para disipar mis pensamientos. Pero el reloj se paró, sentí pasos en el pasillo, decidida me levanté, fui hacía la puerta, para ver nada más que oscuridad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario