lunes, 18 de febrero de 2013

Pesadillas

Cerré los ojos. Tan pronto como lo hice empecé a caer en una espiral de oscuridad, tenía miedo, no sabía que hacer, una oscura nube negra me perseguía, creí que todo se acababa en aquel mismo instante. De pronto deseé tocar tus manos por última vez, besar tus besos como nunca lo había hecho antes... 
Corría hacía la lejanía, de donde procedía una extraña luz, no sabía a que distancia estaba exactamente, pero en mi corazón sentía que tenía que llegar a esa luz... 
De pronto un golpe, seguido de ese golpe vi esa luz ante mis ojos, pero antes de poder averiguar de dónde procedía, desperté de golpe, en mi cama, a salvo, en mi habitación, completamente mojada por ese sudor frío que se sucede después de una pesadilla de esas...
Me giré, para ver la hora, no había ni dos horas que me había ido a la cama, pensé en volverme a dormir.
Sólo oía el tic tac del reloj, decidí concentrarme en su vaivén para disipar mis pensamientos. Pero el reloj se paró, sentí pasos en el pasillo, decidida me levanté, fui hacía la puerta, para ver nada más que oscuridad...

lunes, 4 de febrero de 2013

Soledad

Y otra vez sola. Me siento abandonada, como un juguete cuando el niño crece... Asi me siento yo, sola, sin nadie que me consuele, sin nadie que me tienda su mano para salir de este oscuro túnel en el cuál no hayo salida, sin nadie que me dé un abrazo de esos que indican que todo esta bien, y sin nadie que me dé un beso cariñoso, de esos que no esconden compromisos detrás.
No hay ningún sitio en donde no me sienta asi. En clase, el asiento de al lado está siempre vacio, en mi casa, en mi habitación, hay siempre un silencio sepulcral, en mi mente y en mi corazón, un vacio abismal en el cual si te asomas al borde no ves su final. Mis ojos lloran, pero lo hacen sin lágrimas, mi boca grita, pero lo hace sin voz. Soy como un fantasma intentando decir que soy persona. Una persona convertida en fantasma por las personas. Una simple hoja de un árbol que a su caída el árbol no murmura ni un triste lamento, una gota de lluvia que libera a la nube de un gran peso. Una caja vacia que ya nadie quiere, una caja abandonada en ese oscuro desván, sin luz, sin aire, sin ayuda. Sola con la oscura oscuridad.

Sentimientos

Sé que siempre lo jodo todo, está en mi naturaleza.
No sabes lo que daría ahora por volver todo atrás, por no haberte enseñado ese texto. Por no joderlo todo.
Tengo la puta costumbre de pedir perdón por lo que siento. Y siento que tengo que pedirte perdón por todo, por haberme pillado por ti, por ilusionarme con tus palabras y por tener una mínima esperanza de que tú también sentías lo mismo.
A veces me sorprende lo idiota que puedo llegar a ser. Lo idiota y lo ingenua. Solo a mí con mi mente llena de fantasias se me podía haber ocurrido que alguien como tú me quisiera.
Duele, duele enfrentarse a la puta verdad, chocarse contra ese puto muro que separa realidad de sueños.
Ahora que me queda? Me quedan sueños rotos, estampados contra un muro, un muro de ladrillos cubierto de pintura para así camuflarse con los sueños, mis sueños. Ahora soy un corazón lleno de cicatrices, más de las que ya había. Pero sabes lo mejor? Que ya no hay cabida para más. Que todo esto acabó, necesito darle un descanso, dejar de hacer daño, de hacerme daño. Por que a fin de cuentas la única que se lleva el golpe siempre soy yo.