lunes, 14 de septiembre de 2015

Dediquei tanto tempo pensando en ti, como o tempo que dedico a escribir. E o certo é que cada vez que escribo penso en ti, e iso, sen que eu o queira, sácame un gran sorriso. Un sorriso como o que me dedicas ti cada día, coo o que me sacas ti todos os días coas túas tonterías cas que consegues facerme rir incluso os peores momentos porque aínda que sexa pouco tempo, ensináchesme tanto que non quero que te vaias. Aprendín tanto a quererte que me doe cando nos despedimos a bicos no meu portal, extráñote tanto que soño contigo nos meus momentos de soidade. E todo isto non o digo por dicir, dígoo porque o sinto.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Lluvia

Miraba por la ventana solitaria de mi habitación. Veía caer la lluvia y los rayos golpear sin dañar el suelo, mientras oía el sonido estridente de los truenos. Pero no me asustaba, me hacía sentir acompañada. Desde que ellos se habían ido, cualquier cosa me hacía sentir acompañada.
Cogí el libro que tenía en la mesita y preparé el paquete de pañuelos, pues sabía que iba a llorar. El libro era triste, me reflejaba en él y le identificaba con la protagonista, que, al igual que yo, se había quedado sola.
Me propuse leer hasta terminar el libro. Cuando lo terminé era casi de noche, y estaba bastante oscuro. Me decidí a salir a tomae un poco el aire. Cogí el tabaco, lié un cigarro y salí a la terraza. Fumé con tranquilidad mientras la lluvia seguía cayendo con fuerza y los rayos estaban cada vez más lejos...

martes, 10 de diciembre de 2013

Besos...

Me tumbo en la cama, según mi reloj son las 23:00. Cierro los ojos, mientras me acurruco entre mis mantas. Dejo de oír todos los sonidos de mi casa y te veo a ti delante. Toda la oscuridad se torna luz, tú ante mi, y a nuestro alrededor un parque verde y en el cielo un sol radiante.
Puedo suponer que es verano. El olor de tu colonia mezclado con el típico olor de los parques en verano lo inunda todo. Me fijo y veo tus ojos clavados en los míos, de pronto dices mi nombre. "Olalla" pronuncias con tu suave voz y tu tono aniñado y veo esa sonrisa reflejada en tu cara. Me quedo mirando tus labios mientras pronuncias cada palabra que no logro a entender, mientras aguanto esas ganas locas de besarte. Vuelves a pronunciar mi nombre, rompiendo mis pensamientos y obligándome a alzar la vista a tus ojos, que me miran penetrantes, como si pudieran atravesar mi cornea para adentrarse en mis pensamientos. Con un movimiento lento y cuidadoso me apartas un mechón de la cara y dejas tu mano en mi cara. Te acercas más y acabas poniendo tu otra mano en mi cintura, sin quitar tus ojos de los míos de pronto acercas tu cara a la mía, cada vez más, y acercas tus labios a los mios, pegando tu frente a mi frente. Te quedas así en silencio mientras yo escucho el sonido de tu respiración. De pronto me besas. Un beso suave y cálido, en el que noto tu necesidad de hacerlo y sin apartar tus labios de los míos esperas la respuesta. Aprieto mis labios contra los tuyos mientras te rodeo con mis manos en tu nuca. Se nos escapa una sonrisa sin dejar de besarnos. Sin romper ese beso mágico, tan esperado.
De pronto suena algo como una alarma, como si una ambulancia pasara rompiendo nuestro silencio. Poco a poco todo se vuelve distorsionado. Tú vas desapareciendo y una oscuridad se cierna sobre mi. Reacciono y abro los ojos. Apago el despertador. Enciendo la luz y me preparo mentalmente para otro día en el que no te tengo, para otro día en el que tendré que aguantar las ganas de abrazarte, de besarte... Otro día en el que tú y yo no somos nada. Otro día en el que deseo la noche para ser feliz contigo en mis sueños...

lunes, 14 de octubre de 2013

Ansiedad

Esto no es nada nuevo para mí en absoluto, ya lo viví antes, mucho antes.
Se que se siente cuando una sola palabra ronda por tu destrozada cabeza "gorda" repite incesante al tiempo que un corazón cansado de ser dañado solo desea dejar de latir.
Cada vez esa cuchilla ya escondida me parece más atractiva, me llama más la atención. No comer casi nada me hace verme cada vez más ceeca de mi meta, de verme por fin bien, de que me acepten, de aceptarme yo misma, y de que al fin, me quieran...
Cenar para despues vomitarlo todo queriendo o sin querer... supongo que si no necesitas meterte los dedos en la garganta es mejor, fluye solo, solo provocas arcadas con tu mente. Ah, el poder de la mente es asombroso.
No entiendo por que... llorar toda y cada una de las noches del año es una de mis rutinas... y me duele...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Besamos la muerte.

Cada vez que hablamos sólo pienso en eso, en cada palabra, cada frase que dices.
Aquel día, ese sábado, me aclaraste todo, esa noche besamos la muerte en la fiesta, la besamos y bailamos con ella, pegados.
Al volver dormí sobre ti, tú dijiste que te gustó insististe en que te gustó verme dormir llamandome angel. Después nos despedimos...
A los días que los siguieron hablamos y a cada palabra sonreía más, pactamos besos, usarnos de almohada, me llamaste estrella, me dijiste que te gustaba y yo me lancé y dije lo que yo había sentido al conocerte, que se fue acentuando cada día que hablabamos. 
Y ahora aqui estoy escribiendo esto después de ese "Buenos días, princesa" 

viernes, 31 de mayo de 2013

Te necesito...

Te necesito ahora mucho más que nunca y tú qué haces? Nada. absolutamente nada. No estás... No te importa lo que me ocurra o al menos eso es lo que parece...
Estoy pasando por uno de los peores momentos de mi vida y tú, la persona que más necesito, la única que me hace feliz, estás ausente.
Como si no te importara ni una puta mierda todo lo que me esta pasando o como si yo misma te importase una mierda.
 No sé que es lo que pretendes conseguir con eso. Solo haces que me sienta mal, que sienta que estoy haciendo algo mal.
Soy incapaz de escribir algo bonito, no me salen esas palabras.
Me odio a mi misma y lo sabes...
Y lo peor de todo es que ya paso de contártelo por que se que no te importa o por que me dirás que eso no es nada o cualquier cosa.
 Lo único que tengo para desahogarme de toda esta mierda es esto. Las letras que escribo aquí, en las libretas, lo que sueño cada noche...
Cada noche sueño que todo será distinto, que tiempos mejores vendrán pero ya no me puedo engañar más, ni yo misma me creo esas putas mentiras que me invento para estar mejor. Engaño a todos diciendo estoy bien, cuándo en realidad estoy muriendo por dentro. Todo esto me supera.
Estoy tan harta de todo que no se ni como decirlo.
Siento esa angustia, esa opresión en el pecho que impide respirar, de pronto comienzo a hiperventilar y me pongo borde, me pongo borde y me duele la cabeza y vomito, como acto reflejo... y después solo quiero dormir, dormir y no volver a despertarme nunca... no despertarme para no ver toda esta mierda, para no sentirla...
Ya no sé muy bien ni que pensar... solo te lanzo esta pregunta: Realmente me quieres?
Y solo decirte que te necesito pero tu nunca estás...

lunes, 18 de febrero de 2013

Pesadillas

Cerré los ojos. Tan pronto como lo hice empecé a caer en una espiral de oscuridad, tenía miedo, no sabía que hacer, una oscura nube negra me perseguía, creí que todo se acababa en aquel mismo instante. De pronto deseé tocar tus manos por última vez, besar tus besos como nunca lo había hecho antes... 
Corría hacía la lejanía, de donde procedía una extraña luz, no sabía a que distancia estaba exactamente, pero en mi corazón sentía que tenía que llegar a esa luz... 
De pronto un golpe, seguido de ese golpe vi esa luz ante mis ojos, pero antes de poder averiguar de dónde procedía, desperté de golpe, en mi cama, a salvo, en mi habitación, completamente mojada por ese sudor frío que se sucede después de una pesadilla de esas...
Me giré, para ver la hora, no había ni dos horas que me había ido a la cama, pensé en volverme a dormir.
Sólo oía el tic tac del reloj, decidí concentrarme en su vaivén para disipar mis pensamientos. Pero el reloj se paró, sentí pasos en el pasillo, decidida me levanté, fui hacía la puerta, para ver nada más que oscuridad...